viernes, 25 de mayo de 2007

Poema sacado de mi descuartizado corazón. (Pero sin ninguna profundidad en las letras).


Los dejo con un poema que hice para mi clase de Literatura. Me agradó que todos los que pasamos a leerlo, como yo, se tratara sobre el amor; correspondido o no. De alguna manera me hice sentir...viva, saber que no soy la ùnica que llora sus sentimientos de esa forma.


Resiganciòn.


Recientemente he encontrado en mí

un nuevo estado de resignación

donde escuchar tu voz y ver tu sonrisa

quizá, me hace más feliz una canción.


Por que ya dejó de actuar el sentimiento

para darle lugar a la razón

he ahora de pensar con detenimiento

cual será mi pròxima mejor acción.


Puesto que este tonto enamoramiento

lleva más de vivo que de muerto

he de nombrar en este texto

la lista de menesteres que dejo.


Dejaré de ver ese pícaro lunar

del cual no me atrevo a decir más

puesto que si digo su exacto lugar

me delataré y nunca he querido eso, jamás.


Detendré a mis ojos de miradas fijas

deberé de aprenderlos a controlar

he notado que los tuyos son más rápidos

¡de verdad, dejarte debo de mirar!


Y los ojos no son los ùnicos

que afectan a mi reciente plan

pues mis oìdos al escucharte

se derriten tan fácil, como un flan.


Si tan sólo un melancólico día

tu perfume dejaras de usar

te aseguro eso ayudaría

a mi olfato tu memoria borrar.


Que desaparezcan los momentos

donde caminamos juntos por el pasillo

y tus brazos rozaban los míos

y era, según tú, asunto sin motivo.


Para terminar este improvisado verso

nombraré los sentidos que modifico

vista, oído, olfato y el tacto

son los cuatro que aquí califico.


El gusto en mis labios, mi boca

es aquèl que nunca se realizará

y esa es la principal moción

por la que mi resignación a cabo se llevará.

Mara Reyes.